Clara compró la casa porque era barata. Demasiado barata para ser una vivienda colonial en el centro de la ciudad de La Paz BCS, con jardines amplios y techos altos. El agente inmobiliario mencionó algo de "problemas previos con inquilinos", pero ell
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En el pueblo de San Isidro, enclavado entre cerros que siempre parecían cubiertas de niebla, vivía la familia Alcántara. Todos los que conocían su historia susurraban lo mismo: los Alcántara llevaban una maldición desde hacía siglos. Nadie sabía exac
Vives en una casa antigua, heredada de tu abuela, que murió sola hace años. La casa es grande, con pasillos largos y techos altos que crujen por las noches. Pero lo que más te inquieta desde que te mudaste es el espejo del pasillo principal. Es un es
La tarde se deslizaba hacia la noche cuando la familia llegó al panteón. Las sombras se alargaban entre las lápidas, y un viento frío susurraba historias olvidadas. Ana, una joven curiosa, se separó del grupo, atraída por las antiguas criptas cubiert
Patricia lavaba los trastes después de la cena.
El agua caliente corría, y el vapor empañaba la ventana. En la sala, su esposo, Daniel, veía una película de acción, mientras el reloj marcaba las 11:47 de la noche.
Todo era normal, hasta que escuchó a
En el corazón de Cabo San Lucas, a unas calles de la marina donde el mar golpea con suavemente los muelles, existe un restaurante antiguo de esos que dicen since y que antes era una casa de huéspedes. Los lugareños lo conocen, pero nadie habla de lo
Entre los cerros polvorientos que separan a San Evaristo del olvido, se levanta una casa vieja, de madera reseca y ventanas sin vidrio. Los pescadores y rancheros del rumbo la conocen bien: el Rancho El Mal de Orín. Nadie se atreve a pasar por ahí cu
En los alrededores de San Dionisio, un rancho perdido entre cerros y mezquites, los viejos cuentan que hay un lugar donde el aire nunca está quieto, aunque no sople el viento. Un arroyo seco, donde las piedras parecen susurrar y los coyotes evitan pa
Era una noche de lluvia espesa, de esas en las que el agua golpea las ventanas como si quisiera entrar. En el pequeño pueblo de San Domingo, todos dormían… excepto Lucía, una joven que acababa de mudarse a una vieja casa heredada de su abuela.
La cas
El pueblo de San Pedro vivía con la certeza de que la lluvia no era solo agua. Cuando el cielo se abría en tormenta, los más viejos cerraban puertas, apagaban luces y rezaban en voz baja. No lo llamaban superstición, lo llamaban prudencia. Porque en
Capítulo 1. Dos pasiones
En la colonia todos conocían a Jorgito. No había día que no se le viera corriendo detrás de un balón, con las rodillas raspadas y la camiseta empapada de sudor.
—¡Pásala, Jorgito! —gritaban sus amigos en la cancha de tierra.
Capítulo I: Las noches inquietas
Tadeo tenía ocho años y una imaginación tan grande como el cielo nocturno que miraba desde la ventana de su cuarto. Vivía con su mamá, Clara, en una casa sencilla frente a una calle angosta donde, al caer la noche, lo
Basado en un recuerdo de Leticia, de San Juan Huetamo, Michoacán.
Allá en mi pueblo, cuando yo tenía entre cinco años, vivíamos tranquilos. Éramos muchos hermanos jugando en la tierra, corriendo entre las casas, trepándonos a los árboles de guayaba y
Había una vez un niño llamado Matías que tenía un gran miedo a la oscuridad. Durante el día era valiente, corría, reía, y jugaba con sus amigos sin preocuparse por nada. Pero cuando el sol se ocultaba y las sombras comenzaban a llenar su habitación,
La Escuela General #1 "Pedro Jaime” cerró hace más de treinta años, después de un incendio que dejó parte del edificio destruido. Desde entonces, fue reemplazada por una nueva escuela al sur del pueblo. Sin embargo, los vecinos aseguran que por las n
En la cima del cerro viejo se encuentra el cementerio de El Triunfo. Antiguo, con lápidas carcomidas y mausoleos olvidados, es un sitio donde el viento nunca sopla y los cuervos parecen tener nombre. Pero lo que pocos saben —y nadie menciona— es que
En el centro del pueblo de San Antonio se alza una iglesia antigua de piedra negra, cuya torre apunta como un dedo acusador hacia el cielo. Nadie ha entrado desde 1975, el año en que, dicen, el padre Custodio celebró su última misa y cerró las puerta
Había una casa con jardín en el extremo norte del pueblo de Todos Santos, justo donde comenzaban los árboles más antiguos. Nadie la cuidaba, pero nunca estaba sucia. El pasto crecía perfectamente alineado, las flores no se marchitaban y, lo más curio
En un pequeño pueblo llamado San Miguel de Comondú, escondido entre montañas y envuelto siempre en una ligera neblina, existía una casa antigua que todos conocían, pero nadie se atrevía a habitar. Le llamaban “La Casa de los Relojes Rotos”. Su fachad
Había una vez, en el pequeño y pintoresco poblado de Todos Santos, un joven maestro llamado Víctor. Había egresado recientemente de la Escuela Normal Urbana con grandes sueños y la idea de que, al graduarse, su vida profesional sería sencilla: entrar