Las juntas de consejo técnico escolar son uno de los espacios más importantes en el calendario escolar. Es ahí donde los docentes se reúnen para reflexionar, compartir experiencias, evaluar avances y tomar decisiones en beneficio de los alumnos. Pero si algo tienen en común todas esas reuniones, desde preescolar hasta secundaria, desde la ciudad hasta el campo, es que siempre hay elementos que nunca faltan... y no hablamos solo de los documentos oficiales.
1. El maestro puntual… y el que siempre llega tarde
Siempre hay uno o varios docentes que llegan antes de la hora, ya con café en mano y todo listo para comenzar. Y también están los que entran corriendo justo cuando se está tomando la lista, o incluso cuando ya se comenzó a leer el primer punto del orden del día.
2. El que siempre tiene algo que decir
Hay quien aprovecha cada punto del orden del día para compartir experiencias, ideas, reflexiones o propuestas. A veces enriquecen la charla, otras veces la alargan innecesariamente. Pero lo cierto es que la junta no es lo mismo sin sus intervenciones.
3. La mirada al reloj (o al celular)
Cuando los temas se extienden demasiado, hay miradas discretas —y otras no tanto— al reloj o al celular. Es una señal silenciosa de que el tiempo apremia… o de que ya se está haciendo larga la jornada.
4. El refrigerio esperado
Ninguna junta está completa sin el típico momento del refrigerio. Café, pan, burritos, fruta, tamales, galletitas o el pastel de los que cumplen años... siempre hay un momento para compartir, relajarse un poco y recargar energía antes de continuar. Es también el momento donde afloran las bromas, las anécdotas y la convivencia entre colegas.
5. Los acuerdos que “se retoman después”
Hay temas que cada mes vuelven a la mesa, porque nunca se terminan de cerrar. “Lo vemos en la próxima”, “vamos a analizarlo con más calma”, “lo anotamos en seguimiento”. Y sí, se va postergando... pero nunca se olvida.
6. El compromiso por los alumnos
Más allá de todo lo anterior, lo que nunca falta —y nunca debe faltar— es el compromiso con el aprendizaje y bienestar de los estudiantes. A pesar del cansancio, de las diferencias de opinión, de las dificultades del día a día, la mayoría de los docentes llegan a ese espacio con una intención genuina: mejorar lo que hacen por sus alumnos.
Las juntas de consejo técnico escolar son un reflejo de la vida escolar misma: mezcla de organización, humanidad, aprendizaje y a veces hasta humor. Cada quien aporta algo distinto, pero todos forman parte de una comunidad educativa que busca lo mismo: una mejor escuela para todos.
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