Hoy quiero escribir sobre el amor. Sí, el amor, esa palabra tan pequeña pero que parece encerrar tantas emociones y preguntas en mi cabeza. Seré sincera: el amor me intriga, me emociona, pero también me asusta un poco. A veces siento que el mundo entero tiene la expectativa de que todos entendamos perfectamente qué es amar y cómo se siente, pero la verdad es que yo aún no lo tengo claro. Creo que estoy en el proceso de entenderlo, aunque no sea nada fácil.
Cada vez que veo una película o leo un libro, el amor se presenta como algo mágico, como si todo encajara en el momento en que conoces a la persona correcta. Pero, ¿qué significa realmente “la persona correcta”? A veces me pregunto si el amor es tan claro como lo muestran o si, en realidad, es más como un laberinto en el que puedes perderte. Porque, al menos para mí, el amor no es algo que pueda entender de inmediato; es algo que me confunde, que me hace dudar, pero también me hace sentir emocionada y llena de posibilidades.
Últimamente he empezado a sentir cosas nuevas por alguien, y aunque suene cursi, cada vez que lo veo, siento un cosquilleo en el estómago. Al principio, no le di mucha importancia, pero con el tiempo me he dado cuenta de que algo en mí cambia cuando esa persona está cerca. Es extraño, porque no sé exactamente qué es lo que siento. Solo sé que me gusta la idea de hablar con él, de escucharlo, y de compartir cosas pequeñas, como una sonrisa o un comentario tonto en clase. A veces siento que me descubro a mí misma sonriendo sin razón, solo porque pienso en él, y es una sensación a la vez bonita y aterradora.
Lo que más me confunde es que, aunque siento todas estas cosas, me pregunto si realmente es amor. ¿Cómo puedo estar segura de que es amor y no solo una ilusión pasajera? Creo que una parte de mí tiene miedo a equivocarse, a ilusionarse con algo que quizá no es lo que pienso. Y luego está el miedo a no ser correspondida, a darme cuenta de que todo esto solo está en mi cabeza. Creo que el amor, al menos en esta etapa de mi vida, está lleno de incertidumbre y dudas, y tal vez eso sea parte de lo que lo hace tan especial.
Mis amigas a veces hablan del amor como si fuera algo que todas debemos sentir, algo que debe pasar para que nuestras vidas estén completas. Pero yo no quiero sentirme obligada a tener que “enamorarme” solo porque es lo que se espera. Quiero que, si realmente me enamoro, sea algo que me haga sentir segura y auténtica, no algo que dependa de lo que los demás piensan o esperan de mí. Supongo que es algo que lleva tiempo, y que tengo que aprender a reconocer mis propias emociones sin compararlas con las de los demás.
Por otro lado, pienso en el amor como una oportunidad para conocerme mejor, para entender qué es lo que realmente quiero. Si me gusta alguien, trato de preguntarme qué es lo que me atrae de esa persona, y eso me hace darme cuenta de las cosas que valoro. Me hace pensar en cómo quiero que me traten, en cómo quiero yo tratar a esa persona, y en lo que me hace feliz. Tal vez no sé aún si estoy enamorada, pero sí sé que me ayuda a entenderme un poco más, y eso ya es algo importante para mí.
También hay momentos en los que me siento perdida. Me pregunto si realmente soy capaz de amar a alguien sin perderme a mí misma, sin dejar de ser quien soy. Veo cómo algunas personas cambian cuando están enamoradas, y me da miedo que eso también me pase a mí, que un día me encuentre haciendo cosas que en realidad no quiero hacer solo por agradar a alguien más. Quiero aprender a amar sin dejar de ser yo misma, sin tener que renunciar a mis propios sueños o a mi forma de ver el mundo. Tal vez eso sea lo más difícil de todo.
Supongo que el amor, en este momento, es una mezcla de emoción y de miedo. Me emociona la idea de encontrar a alguien con quien pueda compartir momentos bonitos, alguien que me valore por quien soy. Pero al mismo tiempo, me da miedo lo que pueda pasar, el dolor que podría venir si no sale como espero. Pero a pesar de esos miedos, siento que vale la pena arriesgarse, porque al final, creo que el amor, sea como sea, es una experiencia que te ayuda a crecer y a aprender sobre ti misma.
Hoy no tengo todas las respuestas sobre el amor, y probablemente mañana tampoco las tenga. Pero estoy aprendiendo a aceptarlo, a no querer tenerlo todo claro de inmediato. Quizás el amor es eso: una aventura llena de dudas, pero también de momentos especiales que te hacen sentir más viva. Al final, lo que importa es que sea un sentimiento real, que me haga sentir completa y que me enseñe a ser mejor persona.
Por ahora, me siento bien solo con explorar lo que siento y aprender a vivir con mis propias emociones. El tiempo dirá si esto que siento es amor, o solo una ilusión pasajera. Pero mientras tanto, quiero disfrutar de cada momento, de cada sonrisa que esta persona me provoca, sin preocuparme demasiado por el futuro. Creo que, en este momento, eso es lo mejor que puedo hacer: vivir, sentir, y seguir aprendiendo qué significa realmente el amor para mí.
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