La celebración del Día de Muertos en las escuelas es una de las tradiciones mexicanas más significativas y esperadas del año. Durante esta festividad, que ocurre entre el 1 y el 2 de noviembre, los estudiantes y maestros se unen para honrar a sus seres queridos difuntos mediante altares, ofrendas y actividades culturales que celebran la vida y la muerte en un ambiente de respeto y alegría.
Las escuelas suelen organizar diversas actividades que involucran a toda la comunidad educativa. Los alumnos, por ejemplo, representan en la creación de altares de muertos, donde aprenden a ensamblar ofrendas que elementos esenciales de esta tradición, como el pan de muerto, las velas, el papel picado, las flores de cempasúchil y las fotografías de seres. queridos que han partido. Además, cada nivel educativo adapta la actividad de acuerdo con las edades de los estudiantes, haciendo que el evento sea acc.
También es común que los estudiantes elaboren manualidades relacionadas con el tema, como calaveras de azúcar, máscaras de catrinas y catrines, y disfraces coloridos. Estas actividades son complementadas con talleres en los que los alumnos exploran la importancia del Día de Muertos, su origen prehispánico y el sincretismo cultural que lo ha moldeado. Asimismo, las escuelas realizan concursos de calaveritas literarias y poesía, donde los estudiantes desarrollan su creatividad al escribir versos humorísticos y respetuosos sobre la muerte, fomentando una visión menos temerosa de este tema y promoviendo el uso de la lengua.
Celebrar el Día de Muertos en las escuelas no solo fortalece la identidad cultural de los estudiantes, sino que también enseña valores de respeto, unión familiar y sentido de pertenencia. Esta festividad no solo es una forma de preservar el cultural de México, sino que también brinda a los estudiantes la oportunidad de reflexionar sobre la muerte desde una perspectiva natural y positiva.
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